La Senda desnuda.



El brujo terrenal

Tu cita con el destino no es una metáfora.

Es conmigo.

No viniste a curiosear.

Algo te inquieta.

Y no quieres esperar a que sea demasiado tarde.

No vendo milagros.

Vendo certeza. Alivio. Decisión.

¿Caro?

No.

Caro es seguir igual.

Dormir mal.

Sentirte vacía.

No compras minutos.

Compras volver a ti.

Y se nota antes de que termines.

100.000 €

No.

50.000 €

Tampoco.

Eso ya lo enterraste en un bolso que aún lleva la etiqueta.

Y en un vino para no sentirte sola.

Mis consultas cuestan menos.

Y valen más.

Esta noche duermes distinta.

No me preguntes si soy caro.

Pregúntate cuánto más vas a pagar por seguir igual.

¿Qué vas a obtener?

• Alivio.

• Sabes que hacer. Y lo haces.

• Ves lo que otros ocultan.

• Decides sin miedo.

• Y vuelves a ser tú.

Y cuando eso pasa, ni siquiera me necesitarás.

No encajo en cualquier agenda.

Ni en cualquier mujer.

Ni en cualquier bolsillo.

No soy una app.

No soy un señor con velas.

No endulzo lo que necesita ser dicho en voz firme.

Soy para mujeres que ya lo tienen todo.

Todo, menos paz.

¿Por qué sólo dos consultas al día?

Porque no quiero más.

Porque lo que hago no se repite.

Porque tú no eres una más.

Sin descuentos.

Sin ofertas.

Sin excepciones.

Sólo prioridades reales.

Cualquier profesional puede consultarte igual de bien que yo.

Una consulta no cambia el mundo.

Cambia el tuyo. Hoy.

Algo falta.

Algo duele.

Y aunque no lo digas en voz alta, lo sabes.

• Te admiraban.

• Luego te ignoraron.

• Ahora ni te ven.

Algunas no harán nada.

Otras, lo cambiarán todo.

Y si llegas a tiempo. Te salvas.

Tú no viniste a curiosear.

Viniste a desnudar tu futuro.

No grita. Susurra. Y no a cualquiera

Todo iba bien. Hasta que no.

• Tu pareja sonríe mucho con el móvil.

• Tu no duermes.
  

• Te aplaudían. Hoy ni te miran.

Y entiendes lo que de verdad importa.

Ser deseada es dominarlo todo. En silencio.

¿Suficiente? ¿Insuficiente?

Depende.

Cuando el dinero no te salva, me buscas.

No leo horóscopos.

No endulzo finales.

Te digo lo que nadie se atreve.

Soy tu última bala.

Antes de que el silencio te hunda.

¿Qué pasa después?

Terminas la consulta.

• Cambia tu cara.

• Tu voz.

• Tu energía.

• Decides con seguridad. 

• Aciertas.

• Los caminos se abren.

• La gente correcta aparece.

• El dinero se mueve.

• Las piezas encajan.

• El deseo vuelve a tener dueña. Tú.

Esta vez lo hiciste bien.

Ves soluciones donde otras solo ven problemas.

Créeme. La última risa será la tuya.

¿Estamos hechos para trabajar juntos?

Si has llegado hasta aquí, es porque ya lo sabes.

No compras un servicio.

Recuperas el control.

Si el dinero no lo arregla.

¿Vas a seguir perdiendo?

Lo hago cada día desde 1999, se de lo que te hablo 

- Allan Sandman.

El día que cumplí 9 años entendí que no era como los demás.

Adivino cosas.

No me hace mejor.

Solo diferente.

Si alguien te quita el sueño.

Si sientes esa presión en el pecho.

Si te despiertas con un pensamiento clavado.

No es casualidad.

Es el destino, hablándote.

Y lo notas.

En tu cara.

En tu cuenta.

En tu cama.

En tu entorno.

Consulta tu destino.

Si hay sitio.

El reloj no para.

Y quien reacciona tarde. Pierde.

Lo que pasa aquí, se queda aquí.

Secretos.

Deseos.

Verdades que arden.

Cada mujer que entra, sale distinta.

Ellas lo vivieron.

No deberías fiarte de ningún testimonio.

Ni siquiera de estos.

Pero ahí están.

• Fue muy desagradable, le pagué por pena. Me dijo justo lo contrario que otros videntes. No sé quién se cree que es. No tiene razón.

       – E.M., Tarragona.

• Pensé, qué gilipollas. Este tío esta loco. Creí que había tirado el dinero. Llevo más de 3 años con él. Por algo será.

       – L.C., Madrid.

• Iba a sentarme en la esquina, en la terraza de un bar. Allan me dijo que evitara las esquinas y cambié de mesa. Minutos después, el balcón se cayó donde yo me iba sentar. No sé cómo lo hace, pero gracias.

       – A.S., Málaga.

• La mejor decisión de mi vida. No solo acierta, te guía. Y si haces lo que te dice lo notas rápido.

       – A.M., Barcelona.

• Me gustaba un chico, en una semana, estábamos juntos. Desde entonces, no doy un paso sin Allan. 10 años ya.

       – L.R., Miami.

• Iba a hacer una barbaridad. Allan me frenó, me abrió los ojos y me dio una solución mejor. Y sí, tenía razón.

       – S.G., Valencia.

• Estaba perdida. Allan me enfocó y, sin darme cuenta, empecé a quererme más.

       – L.V., Barcelona.

• Tenía 21 años, pasaba media vida hospitalizada. Allan me hizo un trabajo. El estómago sigue mal, pero en 7 años solo he ingresado 3 días. Eso no es casualidad.

      – A.D., País Vasco.

• Mi ex volvió. Y sí, esta vez fue distinto.

       – P.G., Andorra.

Esto podría ser mentira, y no lo es.

Solicita tu consulta.

Si hay sitio.

Luego solo quedarán historias.

Y la tuya podría ser la próxima.

Horarios y ubicación.